En la vida es habitual atravesar ciertos momentos de un alto nivel de estrés, los cuales pueden ser por situaciones agradables como no tanto. Las más habituales pueden ser: una mudanza, un fallecimiento o la modificación del grupo de convivencia ante la llegada de un bebé a la familia o la incorporación de un cachorro a nuestras vidas. Estos momentos, son situaciones que por lo general conllevan un alto nivel de estrés y son tan especiales que no solo nos provocan estrés a nosotros, sino que nuestros perros también lo padecen. Así, pueden manifestar problemas de comportamiento y/o desajustes emocionales como ansiedad, depresión o hiperactividad. Además, en numerosas ocasiones, también pueden presentarse problemas físicos, que muchas veces son evidentes en la piel. Estos procesos se pueden superar siguiendo protocolos específicos de trabajo. Es necesario asegurar una correcta gestión del estrés para que, en esos momentos, ellos no la pasen mal. Además, resultará fundamental trabajar con proyección a futuro y con cambios progresivos.
Muchas veces, la incorporación de un nuevo integrante en la familia, como la llegada de un bebé u otro perrito, afecta emocionalmente al perro que ya vive en la casa . Algunos lo manifiestan realizando conductas que antes no hacían y otros con problemas fisiológicos, como pueden ser los problemas en la piel o parches calientes. Si estás embarazada y notás que tu perro está más activo de lo habitual, estresado, muy ansioso e hiperactivo, o que está manifestando actitudes agresivas y querés solucionar este potencial problema antes de la llegada del bebé, nosotros podemos ayudarte.
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En Eduquemos a tu perro podemos asesorarte sobre cómo ayudar a tu perro a atravesar esos momentos tan difíciles.