¿Qué tipo de paseador me conviene contratar?
Seleccionar un tipo de paseador, ya sea un paseador o una empresa de paseo no es una tarea fácil. Elegir el más adecuado para nuestro perro dependerá de varios factores. Entre otras cosas, debemos considerar el buen trato del profesional hacia el perro, el dinero de que disponemos. También la confianza para dejar ingresar al paseador a nuestra vivienda en nuestra ausencia. Sin duda, lo más importante es detectar lo que realmente necesita nuestro perro.
El paseo es fundamental y necesario para todos los perros, ya que consumen mucha energía ante la inmensidad de estímulos que hay en la calle. Utilizando mucho el olfato, marcando territorio e interactuando con otros de su especie. Generar una rutina de paseo diaria fomentará mucho la estabilidad emocional. Se trata de una instancia importantísima para que el perro disipe la energía que tiene concentrada. Así, se evitará la entropía y se reducirá el estrés y ansiedad, tanto la nuestra como la de ellos.
Existen varias alternativas de paseos de perros:
Depende de nosotros determinar qué tipo de paseo es el más adecuado para nuestro compañero. Buscar asesoramiento profesional de un educador canino, adiestrador o veterinario, para que nos ayude a tomar esta decisión.
Veamos algunos ejemplos prácticos:
Ejemplo 1: Tengo un perro muy enérgico, con un físico muy deportivo. Es muy jovencito, no tiene problemas de sociabilidad y, además, en otro paseo sale conmigo a una plaza donde hay otros perros. ¿Cuál sería el paseo ideal para él?
En este caso, lo más conveniente sería un paseo más deportivo, como los descriptos en los puntos número 1 o 3.
Ejemplo 2: Supongamos que el perro no tolera largas caminatas pero las necesita porque está con sobrepeso. Además, no sociabiliza con sus pares. ¿Qué tipo de paseador es el más adecuado?
Posiblemente la mejor opción sea la número 2. Esta alternativa es muy buena porque tiene un poco de ejercicio, un poco de sociabilización y el perro está en contacto con la tierra.
Ejemplo 3: Creo que mi perro no necesita paseos deportivos ni caminatas, porque todo eso ya lo hace conmigo. El problema es que tiene poca sociabilización. ¿Qué tipo de paseador debo elegir para él?
Los problemas de socialización se dan por diferentes motivos, como puede ser el simple hecho de no tener parques o plazas cerca (como sucede muy frecuentemente en la Provincia de Buenos Aires). Tal vez se deba a que está con varios años encima, a problemas físicos o bien a cuestiones más complejas como tenerles miedo a otros perros y no saber cómo interactuar con ellos. Tener en cuenta la opción número 4, será una muy buena alternativa y formará parte del tratamiento para modificar ese comportamiento de miedo o de poca sociabilización.
Ejemplo 4: Si tu perro tiene problemas de conducta, como ser destructivo o revoltoso, o si lamentablemente esa es su única salida en el día. Te recomendamos cualquiera de las opciones, excepto la número 4.
Ejemplo 5: En el caso de que tu perro tenga problemas de interacción con sus pares y con las personas, la opción número 2 es la más recomendable. Simplemente por el hecho de ir por la calle, va a estar en contacto con otras personas; y, al ir en un grupo de paseo, se relacionará con otros perros. Además, el ejercicio le hará gestionar mejor el estrés que le provoca ese problema de sociabilización, y el juego en el parque hará el resto.
Por lo general, tendremos en cuenta la opción número 5 para los perros mayores o para que se los agrupe por tamaños similares (mayormente son pequeños o medianos). Estos paseos son muy buenos cuando nos hace falta agregar solo una salida más a nuestra rutina de paseo y no contamos con el tiempo suficiente.
Es importantísimo que el perro haga una descarga a tierra, que sienta la tierra húmeda, que se revuelque, que haga pozos, que coma pasto y muerda palos, que juegue con otros perros y muchas otras cosas más. Todo esto es vital para su desarrollo social. Existen muchísimos casos de perros que no tienen contacto alguno con la tierra. Además de vivir en un departamento, sus paseos son siempre por la vereda. En muchas ocasiones, el barrio carece de espacios verdes o no tienen el espacio físico donde ir. Asimismo, existen algunos dueños que no fomentan la sociabilización. Todos los que hemos trabajado con perros, en algún momento hemos visto a perros caminar por la vereda sin pisar el verde y, cuando uno los pone sobre el pasto, el perro se paraliza. Esto resulta perjudicial para cualquier perro, debemos fomentar la sociabilización, el juego y los paseos.
La frecuencia de los paseos dependerá del bolsillo y condiciones laborales que tenga cada uno, que hacen que estemos fuera de casa varias horas.
Evidentemente nada remplaza el paseo con su guía, porque mejoramos mucho nuestro vínculo con él. También nos ayuda establecer límites (mediante el uso de la correa) y nos permite conocerlo mejor. Todo esto resulta fundamental para tener un compañero sano, equilibrado y feliz.